El manejo de los suelos salinos y sódicos
Los suelos salinos suponen un grave problema de degradación del suelo a nivel mundial. Para obtener el máximo rendimiento de un cultivo, es importante tener en cuenta todos los factores que pueden afectar a la máxima viabilidad de este.
Entre muchos factores, cabe destacar el clima, el tipo de agua, la variedad, la sanidad de la semilla, la nutrición realizada, la presencia de microorganismos, la temperatura y el tipo de suelo. Este último es un factor clave para conseguir plantas sanas, vigorosas y productivas.
Las deficiencias nutricionales que se presentan en los cultivos, en ocasiones no corresponden a un verdadero déficit nutricional, sino que corresponden a un mal equilibrio entre suelo y planta. El cultivo no es capaz de extraer los nutrientes que están en el suelo, y que están disponibles en mayor o menor grado para la planta.
Generalmente hasta hace pocos años, algunas de las causas principales de deficiencias en las plantas eran las condiciones de pH del suelo y la falta de agua o de un régimen hídrico adecuado. Pero los largos períodos de sequía que azotan varios puntos del planeta en los últimos años, y teniendo en cuenta la fuerte presión que esto ejerce sobre los cultivos, han dado como resultado:
la utilización de suelos no aptos para la práctica agrícola y
la sobreexplotación de los recursos hídricos, que ha resultado en una contaminación o utilización de aguas de mala calidad para el riego.
La sanidad del suelo es indispensable para lograr cultivos vigorosos y producciones abundantes. El suelo actúa como una esponja, que retiene aire y agua.
Asimismo, retiene y selecciona los nutrientes indispensables para la planta, transformando los nutrientes presentes en él y los que se aportan en formas más asimilables para la planta. También actúa como un controlador de las variaciones bruscas a nivel químico y biológico, que podrían afectar al material vegetal. Y regula en parte las condiciones climáticas y físicas en las que vive la planta.
Pero son varias las problemáticas que afectan a los suelos. Una de ellas, muy extendida en zonas áridas y semiáridas, son los suelos salinos. Según algunos autores y según el tipo de planta que vegete, se considera que los suelos salinos son aquellos que son capaces de lograr una reducción del 50 % en la productividad.
Suelos salinos. Primer problema
La salinidad del suelo viene dada por la cantidad de sales solubles en agua. Estas sales son electrólitos que conducen la electricidad y cuanta mayor es la concentración de sales disueltas, mayor es la conductividad eléctrica. De esta forma asimilamos salinidad a conductividad eléctrica y se expresa en mmohs / cm a 25 C.
Unos valores límite para suelos salinos son:
Conductividad eléctrica igual o mayor a 4 mmohs/cm
Porcentaje de sodio intercambiable (PSI) inferior al 15 %.
pH inferior a 8,5
Visualmente, casi siempre pueden reconocerse los suelos salinos por la presencia de una zona blanca en la superficie. La cantidad de sales (por ejemplo, cloruros y sulfatos) presentes controlan la presión osmótica de la solución del suelo y, por consiguiente, a medida que aumenta la concentración de estas sales, menor es la disponibilidad de los distintos elementos nutritivos para el cultivo.
Otro aspecto importante en el tema de la salinidad del suelo es la presencia de boro en la solución en cantidades superiores a las normales, ya que se trata de un anión muy soluble en agua y que vuelve a la capa superficial del suelo por capilaridad, debido a la poca aireación y poca capacidad de lavado del suelo.
Suelos sódicos. Segundo problema
Los suelos sódicos se caracterizan por tener un porcentaje elevado de sodio en los coloides del suelo.
Los valores generalizados son:
Conductividad eléctrica igual o menor a 4 mmohs/cm.
Porcentaje de sodio intercambiable mayor del 15 %
pH comprendido entre 8,5 y 10.
En los suelos altamente sódicos, la materia orgánica dispersa y disuelta puede depositarse en la superficie debido a la evaporación causando un ennegrecimiento y dando origen al término álcali negro.
El problema más grave que podemos encontrarnos es que estos sean suelos salinos y sódicos al mismo tiempo, es decir suelos sódico-salinos.
Las características básicas de este tipo de suelo son:
Conductividad mayor a 4 mmohs/cm.
Porcentaje de sodio intercambiable mayor del 15 %.
Para impedir este problema, lo lógico es pensar en cómo reducir la concentración de catión sodio presente, y una de las maneras es aplicando otro catión con un poder de hidratación menor, y que pueda desplazar el sodio del suelo, substituyendo al sodio del coloide del suelo. Este catión es el calcio.
Por tanto, para corregir un suelo sódico, se necesita incrementar la cantidad de calcio en la fracción soluble del complejo de intercambio. En el momento en que hay más calcio soluble en la solución de suelo que es adsorbido en el coloide, este libera al sodio y atrae al calcio. El exceso de sodio intercambiable pasa a la solución del suelo como ión libre en donde puede ser lavado.
La solución manvert a los suelos salinos y sódicos
Ahora bien la pregunta que se plantea es ¿en qué forma debemos aplicar el calcio al suelo para que este sea efectivo?
La solución pasa por aplicar una solución como manvert sal (o manvert soileco, como alternativa ecológica), un producto que permite mejorar la calidad de los cultivos por la vía de la mejora de los suelos y / o por la mejora de la calidad del agua absorbida por las plantas, de manera que al final todo redundará en un nuevo aumento de la calidad y la producción de las plantas.
El acondicionador de suelos y aguas manvert sal:
contiene calcio complejado
aporta calcio al suelo
libera el calcio a la solución de suelo sin que sea bloqueado, con lo que corrige los suelo salino-sódicos
mejora la floculación de suelos
corrige las aguas salinas y
mejora la nutrición cálcica de la planta.
manvert sal es totalmente soluble en agua y puede aplicarse en cualquier tipo de riego. Las dosis variarán en función del uso, del agua y del estado vegetativo.
Dependiendo del tipo de agua de riego, la recomendación es aplicar también manvert sal en ésta en dosis de mantenimiento para contrarrestar su salinidad y no dejar que los iones tóxicos se acumulen en el coloide del suelo.
¿Por qué manvert sal?
La formulación de manvert sal permite la liberación de Ca+2 cuando se aplica al suelo como acción directa. En cambio, si se aplica calcio en forma mineral, se fija en el suelo con fosfatos y otros componentes del suelo; con lo cual una parte del calcio en forma mineral no tiene la acción deseada.
Además, los ácidos orgánicos de manvert sal actúan desbloqueando y complejando los microelementos, creando micro áreas donde mejora el desarrollo de raíces. Y, finalmente, otra de las características importantes de manvert sal es su alta concentración de complejante orgánico por unidad de calcio.
Si deseas más información sobre el acondicionador manvert sal para la corrección de los suelos salinos y sódicos, y la mejora de la estructura del suelo, contáctanos.