La floración y el cuajado en pera, el inicio del éxito
La floración y el cuajado son dos etapas especialmente importantes en todos los cultivos leñosos. Hay numerosos factores que pueden alterar este proceso y causar descensos importantes en el número de flores o de frutos cuajados, con la consecuente disminución de la producción.
En la campaña de 2024 la producción de pera en Catalunya sufrió un importante descenso -algunas fuentes lo cifran en un 60%- como consecuencia de las secuelas que el árbol arrastraba de la sequía de la primavera de 2023 y del calor del verano y el invierno anterior. Y es que el estrés hídrico en épocas decisivas -como la previa a la cosecha- ocasiona problemas en la inducción floral de la siguiente campaña. Estas se apuntan como las causas del descenso generalizado en la floración y en los problemas de cuajado que sufrió el cultivo de pera en Catalunya en 2024 y que afecto a variedades muy emblemáticas de Lleida, como la Conference (la más extendida).
Por esta razón hay que permanecer atentos a la evolución del clima y de los fenómenos meteorológicos para optar por soluciones que disminuyan los efectos negativos de estos episodios.
Y, por supuesto, aportar soluciones adecuadas que ayuden al árbol a realizar estas funciones fisiológicas con la mayor normalidad posible mitigando en lo máximo posible estas inclemencias del tiempo, que son cada vez más frecuentes en el actual contexto de cambio climático. Más teniendo en cuenta que este daño no es asegurable. Por lo general, los árboles frutales requieren una determinada cantidad de horas de frío cada año para regular su ciclo vegetativo. Este proceso comienza en otoño, cuando los días se acortan y las temperaturas descienden. A medida que esto ocurre, la especie va reduciendo su actividad fisiológica y metabólica hasta entrar en un estado de reposo invernal. Durante este período, acumula reservas energéticas que serán fundamentales para la floración y brotación del siguiente ciclo biológico (aunque, como veremos, lo ideal es aportar los nutrientes necesarios para que la planta pueda tener unas reservas mayores).
Con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas, los árboles despiertan de su letargo, la savia empieza a circular nuevamente y se inicia la floración o la aparición de nuevos brotes.
¿Qué es importante en la floración del peral?
Período corto. Aunque dentro de una misma planta la floración suele desarrollarse de manera progresiva, hay que tener en cuenta que su duración es relativamente breve. Si las flores no son polinizadas a tiempo, tienden a marchitarse y caer rápidamente.
Temperaturas óptimas. Durante la floración, las temperaturas deben oscilar entre 15-20°C. Heladas tardías (<-2°C) pueden dañar flores y reducir la producción.
Humedad relativa: Una humedad adecuada (60-80%) favorece la polinización y reduce el estrés hídrico en la floración.
Nutrición postcosecha. Si tras la cosecha anterior no se ha implementado un plan de fertilización adecuado, la floración podría verse afectada negativamente. La falta de reposición de nutrientes esenciales después del ciclo productivo impacta directamente en la acumulación de reservas en los órganos del árbol. Estas reservas son fundamentales, ya que constituyen la única fuente de energía disponible para la planta al salir del reposo invernal.
Nutrición en floración. La fertilización en las fases de floración y cuajado resulta clave para garantizar una cantidad adecuada de frutos por árbol. Es importante mantener un equilibrio en la aplicación de nitrógeno, ya que este nutriente prolonga la viabilidad de los óvulos, favoreciendo así un periodo de polinización más prolongado.
Asimismo, el calcio contribuye significativamente a la germinación del grano de polen; un proceso fluido de germinación acelera el crecimiento del tubo polínico, mejorando la fecundación. Los micronutrientes también desempeñan un papel esencial en la floración. Entre los más relevantes, debido a su demanda, se encuentran el boro, el zinc y el manganeso. Estos elementos influyen directamente en la floración, el cuajado y la cantidad de frutos que logra desarrollar el árbol. Su deficiencia puede generar desequilibrios fisiológicos y reducir la producción frutal. En particular, el boro es clave en procesos vitales como la división y el crecimiento celular, además de intervenir activamente en la polinización y el cuajado de los frutos. Su presencia mejora la viabilidad del polen y facilita el transporte de azúcares, carbohidratos y potasio, además de participar en el metabolismo del nitrógeno, la formación de proteínas y la regulación hormonal.
Control de plagas y enfermedades. Especialmente el Fuego bacteriano (Erwinia amylovora) y la Psila del peral, que pueden debilitar brotes y afectar la floración si no se manejan adecuadamente.
Bioestimulación óptima en floración. Para optimizar la floración y el cuaje del peral, una estrategia de bioestimulación bien planificada marca la diferencia en la producción y calidad del fruto. El uso de bioestimulantes ayuda a mejorar la viabilidad del polen, el desarrollo floral, la retención de frutos y la resistencia a factores de estrés (climático, hídrico o nutricional). En el caso de la floración, será de vital importancia el uso de bioestimulantes completos a base de aminoácidos libres, que mejoran la brotación y la síntesis de proteínas esenciales para la floración, además de favorecer el metabolismo energético de la floración, y el extracto de algas (especialmente de la especie Ascophyllum nodosum), que aumenta la producción de polen viable, activa la división celular, potencia la brotación y la resistencia al estrés hídrico. Estos son dos de los componentes de manvert foliplus, que incorpora además azúcares reductores, una fuente de energía asimilable para estos momentos de mayor demanda energética, y bioactivadores de origen natural. La sinergia de todos sus elementos lo convierten en un bioestimulante altamente eficaz para favorecer una floración abundante y aportar vigor al peral para afrontar posibles inclemencias meteorológicas.
¿Qué es importante en el cuaje del peral?
Para lograr un excelente cuaje en el cultivo del peral es fundamental optimizar varios factores agronómicos. Estos son los principales requerimientos:
Condiciones climáticas adecuadas. Como temperaturas óptimas: durante el cuaje, las temperaturas deben estar entre 15-25°C. Temperaturas superiores a 30°C pueden afectar la viabilidad del polen y la fecundación. Tomar medidas para minimizar los efectos de las heladas tardías: temperaturas por debajo de -2°C pueden dañar flores y frutos recién cuajados. Se recomienda el uso de sistemas antihielo (aspersión, ventiladores). Además, tanto las heladas tardías como el calor extremo pueden generar daños severos en los frutos recién cuajados, provocando su pérdida. En cuanto a la humedad relativa óptima, esta se encuentra entre 60-80%. Un ambiente demasiado seco puede reducir la viabilidad del polen y dificultar la fecundación.
Polinización y fecundación. Polinización cruzada: La mayoría de las variedades de peral son autoestériles y requieren polinizadores compatibles. Ejemplo: la variedad Conference se poliniza bien con la Williams o la Abate Fetel. Si es necesario, asegurar la presencia de otros tipos de polinizadores.
Nutrición y fertilización. Algunos nutrientes son especialmente importantes para favorecer un buen cuajado de la pera: Boro (B): Esencial para la viabilidad del polen y el desarrollo del tubo polínico. Zinc (Zn): Intervine en la síntesis natural de fitohormonas esenciales para la floración y el cuajado y favorece la formación de flores fértiles. Nitrógeno (N) equilibrado: Un exceso favorece el desarrollo vegetativo en detrimento del cuaje. Aplicar en dosis moderadas antes y después de la floración.
Control de plagas y enfermedades. Como la Psila del peral (Cacopsylla pyri), que puede debilitar la planta y afectar el cuaje. O la Monilia y el Fuego bacteriano (Erwinia amylovora), que reducen la viabilidad floral y el éxito del cuaje.
Una buena estrategia de bioestimulación para cuajado. Para ello continuará siendo necesario aplicar soluciones como manvert foliplus y también introducir manvert masfruit, también llamado manvert fruitsetter en determinados países. Es un bioestimulante que favorece el buen cuajado (ayuda en pera a que el formato del fruto sea adecuado, con una buena forma y disminuyendo las malformaciones), así como la uniformidad y el llenado de fruto. Su formulación, rica en molibdeno, aminoácidos y NP, proporciona a la planta capacidad de aprovechamiento de nitrógeno y movilización de nutrientes de órganos fuente a sumidero. Se trata de un producto muy completo, ya que su contenido en (Mo) asegura un óptimo metabolismo de los nitratos, garantizando un correcto crecimiento vegetativo en los momentos de mayor exigencia de los cultivos, como son floración, cuajado y engorde de frutos. Asimismo, favorece la síntesis de proteínas y enzimas esenciales para la planta. Influye en la correcta producción de polen y apertura de la flor favoreciendo el cuajado de frutos, dando mayor viabilidad a la germinación de los granos de polen. Por otro lado, su contenido en fósforo, el cual forma parte de los ácidos nucleicos e imprescindible en la división celular y en el desarrollo de nuevo tejido, favorece el crecimiento y engorde de frutos, así como todos los procesos donde la planta requiera energía, ATP.
Con esta estrategia se establecerán las bases para lograr una floración homogénea, un cuaje eficiente y una reducción significativa de la caída de frutos en perales. Para más información, contacta con nuestros asesores.
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